Todos conocemos la existencia física. Muchos conocen también la existencia emocional cuando se exaltan, se irritan, se asustan, o cuando están apenados o sienten alegría. Cuando se encuentran en uno de esos estados, solemos decir que son emocionales. Todos nosotros tenemos emociones y cuando somos emocionales, estamos trabajando con el cuerpo emocional.
También conocemos nuestra existencia mental. Siempre que estamos pensando significa que estamos en el cuerpo del pensamiento o de la mente.
Todos los seres humanos comunes conocen estos tres estados de existencia. Si nos conocemos a nosotros mismos como entidades pensantes, de deseo y de acción, significa que estamos trabajando con nuestros cuerpos mental, emocional (o de deseo) y físico respectivamente. Los grandes pensadores son personas que piensan, los intelectuales son también pensadores. Todos son pensadores, desde los intelectuales hasta el hombre común. La diferencia esta en su manera de pensar.
Hay unos pocos seres humanos que también actúan con el cuerpo de Sabiduría y que más que intelectuales son intuitivos. Esto quiere decir que trabajan con un entendimiento superior. Trabajan con Sabiduría y siguen la Sabiduría de la Naturaleza. Por ejemplo los científicos que contribuyeron al bienestar de nuestra sociedad, son intuitivos. Así también hay otros como Platón, Sócrates y Pitágoras que fueron seres intuitivos que mediante su intuición contribuyeron al bienestar de la humanidad. Todas las naciones tienen seres intuitivos que contribuyen mediante su pensamiento al bienestar de la sociedad y su contribución guía a la sociedad durante grandes ciclos de tiempo, al contrario de lo que ocurre con la contribución de los intelectuales. Los pensadores mas influyentes de la sociedad influencian a la sociedad durante unos períodos más cortos de tiempo. Su pensamiento muere pronto porque le falta coordinación con la Naturaleza. Algunos pensamientos viven poco tiempo, otros viven mucho tiempo, pero otros viven eternamente. Esta ultima categoría per-tenece a quienes actúan desde el cuerpo de Sabiduría o Buddhi. La Sabiduría de Platón, Pitágoras y Sócrates, por ejemplo, ha sobrevivido al paso del tiempo en Occidente. Lo mismo ocurrió también con Valmiki y Veda Vyasa en Oriente, así como con Hermes en el Oriente Medio.